"Me siento tan bien siendo una oruga, que para que necesito alas". Decia la mariposa, ignorando la importante misión que le legaba la madre naturaleza. Sólo tienes dos opciones aceptar tu destino o morir en vida. Optar es asumir gestos, acciones, movimientos que, paulatinamente, nos identifican y definen. Al optar nos vamos constantemente dirigiendo hacia un espacio cada vez más reducido y más nuestro. La vida que vivimos, el camino que recorremos, los actos que realizamos: todo posee la forma de nuestras opciones, se dibuja con ellas.
Optar nos va cerrando posibilidades: nos angostamos dentro de esas superficies que construimos en torno nuestro con nuestras escogencias. Optamos hacer y optamos ser en desmedro de muchísimas cosas que decididimos no ser ni hacer. La opción escogida niega a cualquier otra. Vivimos en medio de la selección, de la limitación, del descarte, de la parcelación. Nuestra vida va componiéndose de ciertas sumas y de muchísimas restas. Y en ese itinerario de sumas y restas va proyectándose cual artista de nuestra propia vida..el sentido de la obra creada: de esos trazos que años de vida, de búsquedas y hallazgos, de opciones que fueron colocando sobre ella cual colores al pincel. Parafrasis de lo escrito por Rafael Fauquié.
jueves, 1 de octubre de 2009
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